Ayer, con los primeros rayos de sol, el tercer grupo de adultos mayores de Pica llegó a las cálidas tierras de Foz de Iguazú, Brasil, tras un viaje lleno de emoción y expectativas. La ciudad los recibió con un abrazo de calor y un cielo brillante, como si supiera que estos viajeros especiales estaban a punto de vivir una experiencia única.
Al llegar a la acogedora Posada Caroline, donde cada rincón susurraba tranquilidad, nuestros aventureros dejaron sus maletas para adentrarse en un día que quedará por siempre en sus corazones. El Parque de las Aves los envolvió en un mundo de ensueño, donde la selva se fusionaba con los colores vibrantes de las aves que llenaban el paisaje con amarillos, rojos, azules y todos los tonos que la naturaleza puede ofrecer.
Después de este festín visual, llegó el turno de deleitar el paladar. Rodeados de la calidez del lugar, nuestros queridos aventureros saborearon una comida que celebraba la diversidad y riqueza de la gastronomía brasilera. Carnes jugosas, ensaladas frescas y exóticas preparaciones, maravillaron a nuestros queridos adultos mayores.
Pero la magia no terminó allí. El ritmo del bossa nova, suave y envolvente, se apoderó del aire, y como si el tiempo se detuviera, cada uno de ellos dejó que la música guiara sus pasos. Nadie pudo resistir la llamada de la alegría, donde cada nota, cada acorde, se convirtió en un puente que los llevó a unirse en una danza llena de vida.
¡Sigan disfrutando y recopilanto historia y momentos!