𝘾𝙖𝙩𝙖𝙧𝙖𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙄𝙜𝙪𝙖𝙯𝙪́ 𝙧𝙚𝙘𝙞𝙗𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤𝙨 𝙖𝙙𝙪𝙡𝙩𝙤𝙨 𝙢𝙖𝙮𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙣 𝙢𝙖𝙟𝙚𝙨𝙩𝙪𝙤𝙨𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙞𝙢𝙥𝙧𝙚𝙨𝙞𝙤𝙣𝙖𝙣𝙩𝙚
Ayer, nuestros queridos adultos mayores vivieron una experiencia inolvidable al visitar las majestuosas cataratas de Foz de Iguazú, una de las siete maravillas del mundo. La emoción flotaba en el aire, mezclándose con la brisa refrescante que acariciaba sus rostros ansiosos y felices. Cada cascada, imponente y sublime, parecía susurrar historias de maravilla y belleza a quienes la contemplaban.
El cansancio se desvaneció ante el espectáculo de agua en su máxima expresión. La naturaleza se mostró en su esplendor, y entre la fauna impresionante, el coatí se robó la película y el corazón de nuestros viajeros, quienes lo miraban con ternura y fascinación. En el pasillo de la “Garganta del Diablo”, el agua se desbordó con fuerza, empapando a más de uno que recibía cada gota con una alegría desbordante, como si cada rocío fuese un regalo del universo.
La noche trajo consigo una celebración vibrante y alegre. La samba se hizo presente con un grupo de garotos y garotas que, con su simpatía y destreza en el baile, cautivaron a todos los presentes. Cada movimiento y sonrisa de los bailarines transformó la noche en un festín de ritmo y felicidad, deleitando a nuestros viajeros y llenando el aire con un espíritu festivo y contagioso.
Hoy, nuestros viajeros inician el regreso a Chile, con el corazón lleno de recuerdos y experiencias. Mañana por la mañana, estarán de vuelta en nuestro amado oasis, llevando consigo la magia de Foz de Iguazú y el cálido abrazo de la naturaleza.
¡Gracias a todos por ser parte de esta aventura tan especial!