Durante 447 días de monitoreo, distribuidos en 60 puntos estratégicos, se capturaron más de 32,000 imágenes que revelaron la presencia de 38 especies diferentes, entre ellas la vicuña, el zorro culpeo, el puma y el suri, además de especies amenazadas como el gato andino y la taruca.
Parque Nacional Volcán Isluga
En el marco de los esfuerzos por conservar la biodiversidad del Parque Nacional Volcán Isluga, el Ministerio de Agricultura y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) han concluido exitosamente el monitoreo 2024 mediante cámaras trampa. Este trabajo, realizado entre otoño y primavera, ha aportado valiosa información sobre la ocupación de especies nativas y las amenazas que enfrentan.
El estudio reveló cambios en la ocupación de especies clave, como el aumento del zorro culpeo, que pasó de una ocupación del 10 % en 2021 al 29,8 % en 2024, y la disminución del puma, que cayó de un 4 % en 2023 a un 1,8 % en 2024. La vicuña mostró una leve reducción, con una ocupación del 3,5 % en 2024. Estas variaciones reflejan dinámicas complejas influenciadas por actividades humanas y cambios ambientales.
El monitoreo también arrojó datos sobre la coexistencia entre fauna silvestre y especies domésticas, lo que plantea retos para la gestión del parque. La alta ocupación de llamas y burros en ciertas áreas sugiere competencia por recursos y posibles impactos negativos en los hábitats nativos. Se documentaron también amenazas significativas en la presencia de burros ferales y perros.
Hoy es posible analizar y sistematizar estos datos gracias al empleo del software SMART y el trabajo de los guardaparques de CONAF en el territorio, como lo destaca la directora regional, Natalia Ortega: “el rol que cumplen los y las guardaparques es fundamental para la protección y conservación de las áreas protegidas. A través de cada patrullaje se obtiene información estandarizada para la toma de decisiones de gestión de la unidad y tener información útil de los territorios para así generar estrategias de conservación y protección de la biodiversidad que estamos mandatados a preservar”.
Además de la recopilación de datos, el estudio enfatiza la necesidad de involucrar a las comunidades locales en la conservación, a través de talleres de sensibilización y actividades de monitoreo participativo. Estas acciones buscan garantizar la protección de especies emblemáticas como la vicuña y el puma, al tiempo que se mitigan amenazas como la sarna y la caza por represalias.
El Parque Nacional Volcán Isluga, con sus 174,744 hectáreas de riqueza ecológica, continúa siendo un refugio vital para la fauna altoandina. Este monitoreo refuerza el compromiso de CONAF y las instituciones asociadas por preservar este invaluable ecosistema.
Reserva Nacional Pampa del Tamarugal
En el caso de la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal el monitoreo 2024 abarcó 60 puntos estratégicos en la reserva, con cámaras trampa operativas durante 107 días. Se obtuvieron más de 6,600 imágenes, permitiendo identificar 8 especies, incluyendo al zorro culpeo, el tuco tuco del Tamarugal y el corredor de Pica. Sin embargo, especies domésticas como cabras y ovejas dominaron el registro, representando el 45.2 % y 21.7 % de la abundancia relativa, respectivamente.
El sector Refresco destacó como un punto crítico de biodiversidad, albergando la mayor riqueza de especies gracias a su variada cobertura de tamarugos. No obstante, este sector también enfrenta una alta presión de la ganadería, que afecta negativamente la regeneración del tamarugo y las dinámicas de la fauna silvestre.
SMART desde Tarapacá a la Patagonia
La Corporación Nacional Forestal (CONAF) ha dado un paso decisivo hacia la modernización de la gestión de las áreas protegidas en Chile con la implementación del software SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool). Desde su inicio en 2019, donde el Parque Nacional Volcán Isluga fue la experiencia piloto a nivel nacional, esta herramienta ha revolucionado la forma en que se monitorean y gestionan las amenazas a la biodiversidad.
En estos cinco años SMART se ha expandido a 26 unidades más en 10 regiones administrativas, cubriendo desde ecosistemas marinos en la Patagonia hasta el Altiplano en el extremo norte del país. Este esfuerzo ha permitido a los guardaparques no sólo identificar amenazas como la extracción ilegal de recursos y el uso no regulado del fuego, sino también registrar especies clave como el huemul, el pingüino de Humboldt, la vicuña, flamencos entre otros para luego utilizar esta información en la gestión y administración de las áreas protegidas.
El uso de SMART posiciona a Chile como un referente regional en el manejo de áreas protegidas y abre nuevas oportunidades para abordar desafíos de conservación en el siglo XXI, demostrando cómo la tecnología puede ser una aliada clave para preservar la biodiversidad.