• 21/10/2025 20:17

Un país que crece necesita un Estado que crezca

Oct 19, 2025
Screenshot

Manuel Morales González

Escuchando a la Contralora Dorothy Pérez en ENADE, hubo algo que me hizo mucho sentido, cuando señalo que Chile ha crecido, y con ese crecimiento también han crecido nuestras necesidades… Es decir, tenemos más población, más ciudades, más demanda por salud, educación, seguridad y servicios básicos; y si todo eso aumenta, ¿Cómo alguien puede pensar que la solución es despedir funcionarios públicos?

Últimamente he escuchado a algunos candidatos repetir una y otra vez, que hay que “Reducir el Estado”, como si disminuir la cantidad de funcionarios públicos fuera sinónimo de eficiencia; la verdad que esa mirada es simplista y peligrosa.

Me permito recordarle a estos señores candidatos que el Estado no es una empresa privada, su función no es generar utilidades, sino servir a las personas; a nuestros usuarios, y para eso se necesita personal, equipos, profesionales y presencia en el territorio.

Pero esto, no significa defender a los malos funcionarios ni a los “becados de siempre», esos que se acostumbran a cobrar sin rendir ni aportar. Es este tipo de comportamiento que daña y desprestigia al resto del servicio público.

Lo que se defiende es el valor de quienes sí trabajan, muchas veces con sueldos bajos y alta exigencia, sosteniendo hospitales, escuelas, oficinas municipales y controles fronterizos.

No se trata de llenar oficinas ni de justificar cargos innecesarios, se trata de entender que un país más grande, más diverso y con más desafíos necesita un Estado capaz de responder… Si aumentan las enfermedades, los delitos, las emergencias climáticas o la fiscalización ambiental, se necesitan más manos, no menos manos.

Reducir el número de funcionarios no soluciona los problemas, al contrario, los agrava. Termina saturando los servicios, alargando las filas y debilitando la confianza ciudadana.

La eficiencia del Estado no pasa por la cepilladora, sino por mejorar la GESTIÓN, modernizar los sistemas y profesionalizar el trabajo público.

Al finalizar esta columna de opinión, les recuerdo lo señalado por la contralora: «el dinero público no tiene color político, tiene destino ciudadano. Y para cuidar ese dinero, para que llegue donde debe llegar, hacen falta más controles, más fiscalización y más compromiso, no menos funcionarios.

Un país que crece necesita un Estado que esté a la altura, no se trata de reducirlo, sino de hacerlo mejor, más transparente y más humano… Lo demás es discurso fácil para ganar aplausos, pero no sirve a la gente más vulnerable que todos los días depende de un servicio público que funcione.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *