Iniciativa benefició a 36 agricultores de Pica y promueve prácticas agroecológicas que resaltan el valor cultural y ambiental de la producción local.
El pasado 2 de julio de 2025, el Programa para la Transición a la Agricultura Sostenible (TAS) culminó con éxito en la comuna de Pica, Región de Tarapacá, beneficiando a 36 agricultores locales. Esta iniciativa, organizada por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y ejecutada por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), se centró en promover prácticas agroecológicas que refuerzan la sostenibilidad y la soberanía alimentaria en la agricultura familiar campesina e indígena.
La actividad de cierre, desarrollada en Pica, fue encabezada por la Agrónoma Constanza Muñoz, encargada del programa en la región, quien destacó la importancia del TAS en la mejora de las prácticas agrícolas locales. «Los agricultores en Pica ya tenían una visión de agricultura sostenible. El desafío fue desarrollar más el tema de la elaboración de bioinsumos», comentó Muñoz, resaltando el interés de los participantes en la biodiversidad y la mejora de la producción de alimentos.
La ceremonia contó, además de la asistencia de los usuarios del TAS, con la participación de las autoridades de INDAP e INIA local, integradas por el director de INDAP Tarapacá, Adolfo Hidalgo; el Coordinador de INIA para el Programa TAS en la Región Tarapacá, Rubén Negrón, profesional de apoyo a investigación del INIA Ururi y en representación de la comuna de Pica y el municipio la Encargada de la oficina municipal de Agricultura, Mónica Medina.
Durante la jornada, se entregaron diplomas a los agricultores que participaron en el programa, reconociendo su esfuerzo y compromiso con una agricultura más ecológica. Rubén Negrón, Coordinador del Programa TAS en la región, subrayó que «esta ceremonia es un reconocimiento a todos y una manera de visualizar esta gran herramienta que es el TAS». El programa no solo se centró en la capacitación y entrega de herramientas, sino que también promovió el fortalecimiento de la comunidad agrícola.
Por su parte, el director regional de INDAP Tarapacá, Adolfo Hidalgo, además de tener palabras de reconocimiento a los usuarios y usuarias del TAS al “felicitarlos por este término de ciclo, por esta etapa importante que fue el programa TAS durante los dos años”, resaltó que el TAS “es un programa ancla para nosotros como INDAP y vamos a seguir profundizándolo en los próximos años. Es importante señalar que antes no se hablaba de TAS. Ha sido esta administración la que ha puesto un énfasis en la agroecología, un tema que era un poco tabú para administraciones anteriores.»
Agricultores
Freddy Toro, un agricultor participante, señaló: «Quiero decir a mis colegas que seamos generosos en nuestro conocimiento para enseñarle a los demás, especialmente a los jóvenes». Esta colaboración y el intercambio de saberes son fundamentales para el desarrollo sostenible del sector agrícola en la región.
Marcela Milla, otra agricultora participante, subrayó que “el proceso es largo, los resultados no se ven de inmediato, pero es el único camino para asegurar nuestra soberanía alimentaria y nuestra agricultura limpia”. Esta reflexión resalta el desafío de la transición hacia prácticas más sostenibles en la agricultura, que requieren tiempo y compromiso. Tal mirada se replicó en varios de los usuarios, con vasta experiencia en el campo como jovenes; como el caso de Camila Juantok, agricultora de Pica, quien mencionó que “me gustó mucho poder participar del programa TAS, ya que gracias al programa pude construir mi biofábrica, donde elaboro té de compost, bokashi, biol. Esto me permitió mejorar mucho la calidad de mi suelo”. Su testimonio refleja cómo el programa ha influido en la producción local y en la salud del medio ambiente.
La relevancia del programa se manifiesta en su capacidad para abordar los desafíos que enfrenta la agricultura, en este caso en la región de Tarapacá, donde la intervención pública se vuelve crucial para el desarrollo sostenible del sector. La iniciativa no solo fortalece la producción local, sino que también promueve un enfoque que prioriza la salud y la educación rural, elementos esenciales para garantizar que los agricultores puedan continuar contribuyendo a la seguridad alimentaria.