El Presupuesto 2025, recientemente aprobado por el Congreso, es mucho más que una asignación de recursos; es una hoja de ruta que define las prioridades de un país que busca avanzar hacia una mayor equidad, justicia y desarrollo sostenible. Bajo el liderazgo del Presidente Gabriel Boric, este presupuesto refleja el compromiso del gobierno por enfrentar desafíos estructurales, respondiendo a las demandas ciudadanas con un enfoque integral y responsable.
Seguridad: Un compromiso ineludible
En un contexto donde la seguridad es una de las principales preocupaciones de los chilenos, el presupuesto dedica recursos históricos a fortalecer las instituciones encargadas de protegernos. Con la incorporación de 1,300 nuevos carabineros, más de 240 funcionarios de la PDI y la modernización de sus herramientas operativas, el mensaje es claro: la seguridad ciudadana es una prioridad. Además, la estrategia de control migratorio y la inversión en infraestructura penitenciaria apuntan a combatir el crimen organizado y recuperar la tranquilidad en las comunidades.
Vivienda y salud: Políticas para la dignidad
El compromiso con el acceso a la vivienda se traduce en un aumento del 14% en recursos habitacionales, un esfuerzo que permite acercarse a la meta de 260,000 nuevas viviendas. Este objetivo no solo busca atender una necesidad urgente, sino que también dinamiza la economía al generar empleo y fomentar la cohesión social.
En el ámbito de la salud, la estrategia para reducir las listas de espera contará con un 150% más de recursos, reflejando un esfuerzo sin precedentes para garantizar el derecho a una atención oportuna y de calidad. Este avance es particularmente significativo en un sistema donde las brechas históricas han impactado a los sectores más vulnerables.
Educación y cultura: Inversión en el futuro
Un país que invierte en sus jóvenes es un país que apuesta por un futuro mejor. El aumento de la Beca de Alimentación de Educación Superior y los fondos destinados a fortalecer la educación pública son gestos concretos que demuestran que la educación sigue siendo un motor de desarrollo. Asimismo, el avance hacia el 1% del presupuesto nacional destinado a cultura es un hito que destaca la importancia de las artes y el acceso equitativo a bienes culturales como derechos fundamentales.
Desarrollo económico con responsabilidad fiscal
Uno de los aspectos más destacados de este presupuesto es su enfoque en el crecimiento económico sostenible y responsable. Con una economía más estable y la creación de más de medio millón de empleos, el gobierno ha demostrado que es posible impulsar el desarrollo sin comprometer las finanzas públicas ni cargar con nuevos costos a las familias chilenas.
Hacia un Chile inclusivo y resiliente
El aumento del 40% en el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, junto con la expansión de la Red Local de Apoyos, no solo beneficia a las personas con dependencia severa, sino que también visibiliza y apoya a quienes dedican su vida al cuidado. Estas políticas no solo mejoran la calidad de vida de miles de familias, sino que también reflejan una visión de país inclusivo y solidario.
El Presupuesto 2025 no es solo un conjunto de cifras; es una declaración de intenciones. Es la muestra de que un Estado puede ser eficiente, equitativo y responsable al mismo tiempo. Es el reflejo de un gobierno que escucha, que actúa y que, por sobre todo, confía en el potencial de su gente para construir un Chile más justo, seguro y próspero.
La aprobación es un logro colectivo y una invitación a seguir trabajando unidos para hacer realidad un país que no deja a nadie atrás. Con este presupuesto, no solo miramos al futuro con esperanza, sino que también avanzamos con pasos firmes hacia una sociedad más digna y equitativa.